Dado que la inclinación y visión del Instituto Oviedo está en una educación hacia el humanismo y la trascendencia cultural –cuenta con foro teatral y orquesta propia- como fines primordiales para la plenitud de un individuo y para la sociedad a la que pertenece, el interiorismo y los detalles arquitectónicos del inmueble debieron implementarse en el mismo sentido, tomando una fuerte impronta del México decimonónico del Porfiriato Mexicano, recordando que figuras como Justo Sierra –y más tarde Vasconcelos- implementarían la educación con infraestructuras que les permitieran dejar impronta visual y física de la importancia de sus proyectos y cuya premisa también era equiparar la grandeza de la cultura mexicana con la punta de lanza que representaba, ya desde entonces, Europa.

Así en la traducción que se llevó a cabo de los estilos historicistas que se tenían como ejemplo de lo esperado por la institución, se procedió a tomar acciones que permitieran un resultado final en consecuencia: compra de mobiliario antiguo mexicano, menaje de artes populares de alto nivel, y accesorios de corte clásico y origen europeo.

Es de hacer notar que la Colección Instituto Oviedo resguardada en este recinto, versa también sobre el tema: cartografía mexicana, pintura de maestros mexicanos, gráfica y fotografía con temas de paisaje mexicano, parafernalia y objetos que versan sobre personajes de la Historia de México. 

Para la materialización de este proyecto se llevaron a cabo las acciones siguientes:

• ‍Diseño de uso del espacio y diagrama de interiorismo
• ‍Compra de mobiliario antiguo y restauro del mismo.
• ‍Elaboración de pieles vacunas tratadas en los colores institucionales.
• Restauración y re-electrificación del menaje de candiles y lámparas del recinto..
• Adaptación de mobiliario para las funciones contemporáneas de oficina.
• Elaboración de cedulario con breves reseñas de autores y temas.