¿Qué clase de criaturas somos? [1]
Ensayos

Si la vida y la belleza se conciben como pertenecientes a ámbitos separados, nuestra sensibilidad estética está condenada a marchitarse

¿Qué clase de criaturas somos? [1]

MDF Designer of the year
“Al despertar, lo primero que percibimos es el tacto de nuestras sábanas, la luz con la que nos envuelve una lámpara que encendemos, la forma y el color de la vajilla del desayuno…Desde ese momento y hasta terminar el día, cuando cerramos de nuevo los ojos sobre el textil de la almohada, nuestro cuerpo se habrá topado y desenvuelto con una infinidad de objetos diversos. Cosas, algunas de ellas, incluso modestas, comunes, aparentemente ordinarias, que usamos constantemente sin prestarles apenas atención. Pero los objetos son también unos compañeros constantes de nuestra vida … deben hacerse con cuidado y fabricarse para que duren. Deben ser tratados con respeto e incluso afecto … después de todo no hay mejor oportunidad para apreciar la belleza que a través del objeto cotidiano. No hay, ciertamente, mejor oportunidad para entrar en contacto directo con lo bello … que el trato familiar con los objetos cotidianos y utilitarios. Al trascender lo puramente visual y apreciar el uso práctico … se hicieron grandes avances en la búsqueda de la belleza. Si la vida y la belleza se conciben como pertenecientes a ámbitos separados, nuestra sensibilidad estética está condenada a marchitarse poco a poco hasta desaparecer…”[2] 

Soetsu Yanagi

Para explicar el Design of the Year Award para Mexico Design Fair (DOTY-MDF), es necesario regresar varios años en el tiempo, desde una preocupación profundo sobre la médula del epígrafe con el que abro este texto, a cuando Carlos Torre Hütt y varios colegas -y en su momento filósofos-, nos preguntábamos el sentido de la disciplina en un momento histórico de transición, que en ese instante obedecía más al cambio de siglo y a las ya muy visibles cuarteaduras en los modos de producción y distribución del objeto de diseño moderno en México. Estamos hablando aún del mundo prepandemia y de antes de los reclamos más álgidos a la era de la revolución industrial, el consumismo, el colonialismo o el patriarcado -unos ocho años atrás-. Pero todos estos temas…ya estaban comprendidos de una forma u otra dentro del primer texto guía que se elaboró para dar pie al análisis y discusión, a partir también de una serie de grupos de opinión que sirvieron como precedente para tomar en cuenta un zietgeist lo más aterrizado posible a las inquietudes reales del gremio en el país. Todo esto es para clarificar, que el DOTY-MDF Award no es un premio creado como abono al tema del ego natural de algún miembro de la disciplina, sino un reconocimiento a una trayectoria, a una visión de mundo, o pensamiento innovador del diseñador joven que estuviese consciente de estos cambios inmensos en nuestro contexto, y desde ahí, plantease una forma distinta de pensar y abordar el diseño. No se premia un objeto o persona, sino un discurso particularmente interesante bajo estos lineamientos.  


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Para el DOTY-MDF Award, el jurado, que me ha sido asignado a presidir, integrado también por Héctor Rivero Borrell -diseñador industrial, gestor e investigador-, Lourdes Báez Meza -curadora y gestora- y Liliana Ovalle -diseñadora industrial e investigadora y primera depositaria del DOTY-MDF Award-, ha tomado en cuenta lo que plantearemos como la mirada lúcida[3] sobre la disciplina. Este término -que alude al periodista y ensayista Albert Lladó-, nos lleva al perfil de un observador, de un flaneur, de un personaje que más allá de hacer cosas, lleva a la materialidad aquellas que piensa. Es el leit motif de México Design Fair y, por ende, del DOTY-MDF Award. La mirada incisiva sobre problemas contemporáneos como los nuevos modos de identidad, los nuevos modos de producción, los nuevos modos de consumo, nos lleva a la elección de una trayectoria que desde la lucidez -o consciencia si se prefiere-, la desobediencia -a un canon particular-, la ironía -porque la crítica seria no pierde el sentido del humor-, y la obstinación -ese drive interno y eterno sin el que nada sucede- como armas para una trayectoria que desde esas características transforme lo existente. Es desde esta plataforma es que para la edición 2021 se elige a Liliana Ovalle, egresada de la UNAM, con el perfil de una diseñadora multifacética, estudiando un doctorado en Londres, con un pie en México y otro en el extranjero y con una propuesta profundamente mexicana, que igual hace diseño colaborativo que producción industrial, y que es inspiración para los diseñadores de su generación; o para la edición 2022, a José de la O, diseñador que por igual tiene un perfil de actividad tanto en México como en el extranjero, que publica artículos, hace curaduría y propone desde un sistema educativo establecido los lineamientos del diseño especulativo, que si bien no son nuevos en el extranjero, si son un nuevo derrotero para el análisis del diseño mexicano, sentando las bases para una nueva forma de academia de diseño como una opción para las generaciones de nuevos diseñadores. Las piezas y soluciones de uno y otro diseñador nos parecen nuevos clásicos del diseño en México, pero en definitiva, el premio se les ha otorgado por la valentía de manifestarse en un discurso propio y propositivo ante un campo profesional que, aunque en aparente reinvención continua, no siempre está abierto al análisis crítico y a los cambios de fondo. De Liliana destacaremos su obstinación, de José la ironía, ambas miradas, profundamente lúcidas.

Me place citar a MDF en la tradición del Salón de los Rechazados -esa contracorriente pictórica que se instaura en 1863, y que hoy en día define como analogía a todo aquel que se mueve en paralelo al establishment-, sin por ello carecer de valor…o teniendo valor justo por ello. No desde la autocomplacencia de la rebeldía sin causa, sino en el cauce de un pensamiento alternativo que, al no lograr aún el consenso, puede ser semilla de futuro. Porque el tema de MDF -y por extensión del DOTY-MDF Award-, es lo que puede llegar a ser. Porque para toda disciplina existen dos derroteros importantes: la historia -el pasado, el adentro-, y la prospectiva -el futuro, el afuera-. Deleuze lo escribe desde el fenómeno cinematográfico, pero aplica a esta discusión; “El adentro es la psicología, el pasado, la involución … el afuera es la cosmología de las galaxias, el futuro, la evolución, todo aquello sobrenatural que hace explotar al mundo … lo que mueve al ser humano”[4]. La interacción de estas dos fuerzas que perennemente dialogan en el momento presente, son fuerzas que pelean a muerte para dar origen a nueva vida, a nuevos caminos. El diseño consciente, creador de nuevos paradigmas, desde su gran atributo que es forjar la realidad, hacer aparecer como tangible y en tres dimensiones algo que antes simplemente no era, es el derrotero de nuevas realidades, de los nuevos modos de vida. Nada menos. En los tiempos del discurso periférico, las nuevas formas de colaboración, la vuelta a la manufactura artesanal, la producción industrial de serie limitada y la crítica severa a las obsolescencias percibida y planeada, la discusión de lo bien hecho en México se vuelve obligada y central. 

Para MDF, desde la inquietud de Carlos Torre Hütt y de todos aquellos que nos hemos adherido a su proyecto, el tema de buscar las nuevas realidades para el campo del diseño en México es prioritario. Es por ello que la curaduría de proyectos participantes -también de Carlos- y el proyecto en general, así como el DOTY-MDF Award se enfocan en lo que puede llegar a ser: piezas bajo encargo, coproducidas, pensadas bajo una línea discursiva y exhibidas a personas que detonan conversaciones y diálogos más allá del coleccionismo -que por lo demás, también sucede de forma natural-, así como trayectorias que se muestran como esperanza y visión para un nuevo mundo. Esa suerte de academia post-disciplina[5] es el tema central de MDF, espacio en el que curadores, galeristas, coleccionistas, gente de museos y editorialistas de medios especializados, junto con los diseñadores participantes elaboran entre evento y evento, entre coctel y cena, los nuevos discursos y colaboraciones del diseño en México; creando futuro. 

Compartimos el orgullo de pensar, como simples observadores del fenómeno, que los nombres suscritos al DOTY-MDF Award, son los nombres que citaremos como carreras consolidadas de la disciplina del diseño…en los documentos del SXXII. Qué así sea, en el nombre de la belleza cotidiana, la sensibilidad nutrida y el buen diseño mexicano.

“Las palabras clave de la cultura empresarial actual para América Latina -desde el neoliberalismo-, trazan el retrato del modelo del siglo XXI: globalización, transfrontera, retroalimentación, inteligencia emocional, nichos especulativos, filosofía de negocios -donde los latinos somos muy cortoplacistas y dejamos todo para mañana, y repetimos frases como para poder ser campeón hay que sentirse como tal, hay que quitar el pensamiento ratonero- … Todo resulta fórmula elemental y, digamos, el crecimiento de la empresa exige administrar las ies -ideas, intuición, invención…-, en un mar de ces -cambio, complejidad, contradicción…-. La puerilización indetenible del pensamiento empresarial es parte de la concentración monopólica de los modelos a seguir … y finalmente se fracasa por mecanismos de ineptitud y de corrupción, porque la globalización parece, en realidad, acrecentar la riqueza, la pobreza y la miseria … Del territorio aún restringido de la sociedad civil y las organizaciones no gubernamentales se desprenden algunas imágenes de comportamiento exitoso, solidario y crítico, que si bien no se generaliza como es debido, sí sostiene la idea de una sociedad distinta, más imaginativa y más justa. Si el post-heroísmo, en el sentido de negación absoluta de la generosidad comunitaria, se ha impuesto con furia, aún no dispersa ni aniquila el sentido de responsabilidad hacia los demás, y mientras esto no suceda, a falta de héroes tendremos ciudadanos que ejerzan como tales, a fin de cuentas, lo fundamental…” [6]

Carlos Monsiváis

[1] Chomsky, Noam. ¿Qué clase de criaturas somos?. Colección Ariel. Ed. Planeta. México, 2018. Libro que aborda los aspectos fundamentales que definen nuestra condición humana: nuestra capacidad para el lenguaje, la naturaleza y los límites de la mente y las posibilidades del bien común en la sociedad y la política.

[2] Yabagi, Soetsu. La belleza del objeto cotidiano. Ed. Gustavo Gili. Barcelona, 2020. PP20-21.

[3] Lladó, Albert. La mirada lúcida. Colección Nuevos cuadernos Anagrama. Editorial Anagrama. Barcelon, 2019. P14. Citando a su vez a Albert Camús. 

[4] Deleuze, Gilles. La imagen tiempo. Colección estudios sobre cine, Paidós Comunicación. Editorial Paidós. Barcelona, 1986. P273. 

[5] Mirzoeff, Nicholas. Una introducción a la cultura visual. Colección Paidós Arte y Educación. Editorial Paidós. Barcelona, 2003. P351. Comentando las nuevas formas de academia desde la cultura visual y el campo de la experiencia cognitiva. 

[6] Monsiváis, Carlos. Aires de familia: Cultura y sociedad en América Latina. Colección Argumentos, Editorial Angrama. Barcelon 2000. P111.

Addenda…

La mirada lúcida

“La mirada lúcida no tiene tiempo para lágrimas de cocodrilo. Ni, tampoco, para las excusas del contexto. Lo que hace es identificar tótems y tabúes, y combatirlos con las armas que tiene a su alcance: 
No es activismo, es desvelamiento.”[1]

Albert Lladó

El presente texto es una breve adenda o complemento al texto original[2] que, tras una serie de conversaciones con algunos protagonistas del contexto durante los años de 2019 y 2020, se ha escrito como marco conceptual para la elección de un perfil al Designer of the Year Award de Mexico Design Fair. Tras la primera edición del evento en mayo de 2021 y la designación de la diseñadora Liliana Ovalle -diseñadora industrial, investigadora, docente abocada a la conformación de proyectos industriales y colaborativos-, como depositaria del primer DOTY Award…y una pandemia de por medio, parecía indispensable la revisión y ampliación del tema.

El notable reacomodo geopolítico que hoy se vive, derivado de tensiones largamente acumuladas entre oriente y occidente, con un inminente conflicto bélico y tras el impace y el duelo -por una era que claramente ha terminado- impuestos por el drama que representó el esparcimiento del COVID 19 alrededor del globo, confirma el advenimiento de un nuevo modus económico, cultural y social. El confinamiento obligatorio, la plena migración al orden digital y el consiguiente caos experimentado por las dinámicas económicas de antiguo cuño no han hecho más que confirmar algunos de los cambios que se pensaba tomarían más tiempo en llegar. Estos han llegado… y para quedarse.

 Tomando en cuenta lo escrito en el texto fundacional[3] se tienen algunos temas ya completamente instalados en la vida cotidiana: el e-commerce como primer nicho de mercado, la preferencia de productos que aportan calidad de vida sobre aquellos que representan modas o tendencias, la revaloración del espacio del hogar y de las áreas verdes y parques -y el replanteamiento de la cultura urbana del automóvil-, el campo laboral virando del paradigma ejecutivo al home office -el gadget como escritorio-, el mandato obligatorio de los países más desarrollados hacia la cultura de las nuevas energías mediante apoyos condicionados por esa premisa…en verdad estamos ante un cambio agudo, que necesariamente planteará una nueva ética, y por ende una nueva estética[4]. La incertidumbre es amplia, y la tentación de dejarle el territorio del pensamiento a las máquinas apabullante…la mirada lúcida[5] será más importante que nunca.

El gremio creativo en general se enfrenta a una avalancha de copy-paste, reciclaje, y la consiguiente pereza mental por saturación. Pensar el diseño y elegir voces que se retiren del lugar común será indispensable en lo que ya es una nueva etapa para una disciplina que debe contestar al contexto, el típico artículo de consumo a ultranza ya no será suficiente. Si el diseñador es un intérprete, “el temor mayor a estar vigilados por un panóptico digital no debería paralizarnos … El enemigo ahora como siempre es la literalidad …los significados cerrados y unidireccionales … las máquinas no asimilan los dobles sentidos, las onomatopeyas, la sinestesia o la metonimia …”. Lladó propone contra la pereza de pensamiento, la estupidez y los fundamentalismos una poderosa fórmula: desobediencia, ironía y obstinación.[6] 

Es necesario sumarse a un no contundente a la generalización, a las fórmulas, a las categorías que encasillan y anquilosan el pensamiento. Prescindir de una rebeldía llana, para partir desde la frónesis griega: la prudencia entendida no solamente como el justo término medio entre dos extremos, sino también como el posicionamiento consciente y que nos permite responder como niños, sin prejuicios, lo que nos permite jugar con el pensamiento para generar soluciones y nuevos puntos de vista. 

Ante una escena de diseño que en su prospectiva se muestra tímida, mecanizada y poco resiliente ante el contexto, ofreciendo soluciones que corresponden, en su mayoría, a la producción de objetos ya elaborados previo, lo óptimo será, desde esta trinchera, redoblar el esfuerzo -con desobediencia, ironía y obstinación- para encontrar nuevas voces, nuevas formas de ser diseñador, nuevas formas de expresión, cuyo planteamiento incomode y despierte a un estatus quo que aún no parece reconocer que el imaginario del paseante promedio…ya se encuentran en otro lugar tiempo-espacio. 

De nuevo responderé: ser responsable es aceptarse como aquel que tiene que responder.

No es activismo, es desvelamiento. 


Grisell Villasana Ramos

León, Guanajuato, 2022.

[1] Lladó, Albert. “La mirada lúcida: periodismo más allá de la opinión y la información”. Colección Nuevos Cuadernos Anagrama No. 15. Editorial Anagrama. Barcelona, 2019. P17. 

[2] Villasana, Grisell. “Criterios Designer of the Year Award”, Ciudad de México, 2019. Por encargo, en colaboración y bajo auspicio de Carlos Torre Hütt para México Design Fair (MDF).

[3] Idem. 

[4] Premisas sustentadas en diversas lecturas realizadas durante 2020 y 2021 en diversos medios de información periodísticos y editoriales.

[5] Lladó. Op. Cit. En el ensayo que Lladó titula como “La Mirada Lúcida”, el autor hace una arenga desde el periodismo, cuyas premisas sin embargo pueden y deben trasladarse a otros campos, ya sea la crítica cultural, el diseño o la vida misma.

[6] Ibid. P65.

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